La automedicación impacta tanto negativa como positivamente en la salud de las personas, lo que se ha hecho evidente durante la pandemia del COVID-19. El estudio tuvo como objetivo evaluar la prevalencia de medicamentos automedicados utilizados para síntomas respiratorios, como preventivos de COVID-19, para sus síntomas o una vez que dieron positivo. Determinar la percepción del alivio de los síntomas y las variables demográficas que promueven la automedicación en el Perú. Realizamos un estudio transversal, analítico, multicéntrico en 3792 encuestados sobre el uso, el motivo de uso y la percepción de alivio tras el uso de seis medicamentos durante el período de cuarentena. Se desarrolló un cuestionario en línea, se probó previamente y se envió al público en general. Se utilizó regresión logística multivariable para conocer los factores que influyen en el deseo de automedicarse de un individuo, las asociaciones se consideraron significativas a p < 0,05 y utilizando la región (costa, sierra y selva) como grupo cluster. La mayoría de los encuestados se automedicaron con acetaminofén por síntomas respiratorios y principalmente porque tenían resfriado o gripe. Se observó que todos los medicamentos encuestados (paracetamol, ibuprofeno, azitromicina, penicilina, antirretrovirales e hidroxicloroquina) fueron consumidos por diversos síntomas entre ellos: fiebre, fatiga, tos, estornudos, dolor muscular, congestión nasal, dolor de garganta, dolor de cabeza y dificultad para respirar. Más del 90% de los encuestados percibieron alivio de al menos un síntoma. La regresión logística multivariable mostró que las personas mayores tienen una mayor frecuencia de automedicación antirretroviral, los encuestados que actualmente tienen un trabajo tenían una mayor frecuencia de automedicación con penicilina y que los encuestados de los Andes consumían menos acetaminofén, mientras que los de la selva consumían. Hubo porcentajes significativos de automedicación, incluso medicamentos sin suficiente evidencia científica. La edad, la región de residencia y la situación laboral fueron variables asociadas a la frecuencia de automedicación. Se justifica la concientización y sensibilización continua sobre los riesgos de la automedicación.